Es sello del candidato de Ossandón es su cercanía con la gente y una incombustibilidad a toda prueba. Codina representa a la nueva política, la que busca priorizar a las personas por sobre las órdenes de los partidos.
Hasta como bombero de una bencinera tuvo que trabajar Germán Codina para costear sus estudios de Administración Pública en la Universidad de Chile allá por la década de los 90.
"Me acuerdo que tomaba los libros y los dejaba pasado a bencina, al principio me mareaba, pero después me acotumbré por la pura necesidad de juntar dinero para costear los aranceles", cuenta.
Ese fragmento de vida lo marcó y le servió a Codina para entender gran parte de las cosas que ocurren en la calle. "Era increíble, porque mientras uno conversa con los automovilistas iba palpando las necesidades de la gente, especialmente de la más modesta, que vive el día a día con lo mínimo", dice.
De las bencineras pasó rápido a la Municipalidad de Puente Alto, donde subió escalón por escalón hasta convertirse en el braso derecho del alcalde Manuel José Ossandón. Partió como Jefe del Departamento de Organizaciones Comunitarias para luego ser el Director de Dideco, donde creó programas de apoyo a personas con discapacidad, adultos mayores, microempresarios y mujeres.
Desde 2008 es concejal y delegado del alcalde Ossandón en algunas comisiones de Vivienda impulsadas por los últimos gobiernos.
Germán tiene 38 años, cuatro hijos y un montón de proyectos para que la comuna siga creciendo bajo el legado del alcalde Ossandón, el mejor edil de Chile según una encuesta realizada por el el diario La Segunda.
A Codina sueños le sobran. Y combustible no le falta. El viaje a la alcaldía parece no tener freno.
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